20 enero, 2009

Más Fiestas de la "Fabrica de Sonrisas"

Boca cohen y gavilan

El viaje a Boca Cohen siempre es una aventura y este 2008 no fue la excepción!

Dado que debemos hacer esta entrega de presentes en Diciembre, cuando ya tenemos suficientes regalos recibidos…y eso hace que sea más difícil para los socios o invitados poder sacar un fin de semana entero de sus calendarios para una actividad más. Por eso este año fuimos pocos, solo cuatro socios, dos pick ups y un automóvil pudieron hacer el viaje de varias horas a Talamanca

Nos recibieron con lujos, empezando con un rico almuerzo antes de adentrarnos para Pandora, seguido por un taxi local para subir nuestras cosas y los regalos -nótese que el año pasado subimos las cosas a cuentas sobre un barrial-. El chapulín que habían reservado para nosotros se tuvo que ir, porque los socios llegamos un poquito tarde. Eso hizo que pasáramos la primera noche en Vesta, nos tomamos una fresquitos en la cantina del pueblo, celebrándole el cumpleaños a nuestro presi, en compañía de los profes Róger y Junior, que literalmente, cuidaron de nosotros como de su vida… No hay más detalles registrados de las aventuras de esta noche, tendría usted, estimado lector, que averiguar con los socios Cristian o Carlos. Dicen que lo que pasa en Boca Cohen, se queda en Boca Cohen…

Los regalos se entregaron a la mañana siguiente, a los indígenas de las comunidades de Boca Cohen e Isla. Muchos chicos tímidos se acercaron a buscar algo para ellos. Son callados y sonrientes, creo que son felices. Aunque les faltan muchas cosas, ellos no lo saben…y por eso no las necesitan. Viven distinto a nosotros: toman chicha desde pequeños, caminan de 3 a 6 horas para ir a la escuela, se ¨juntan¨ a los 12 a 14 años, casi no hablan español, solo cabécar…

Tenemos tantas cosas distintas y tantas cosas parecidas…que la experiencia de compartir con ellos es inolvidable… tendría usted que vivirlo para que lo entienda realmente…!

Cen cinai

El domingo anterior a la Navidad nos adentramos en los cerros cercanos a Aserrí, para llegar hasta la tres fiestas del día: en el CEN de San Miguel de Desamparados, el CEN de Loma Larga y el de Jericó.

Parece mentira que tan cerca del centro de San José, como a 40 minutos, se pueden encontrar comunidades todavía muy rurales, llenas de aire fresco y bosque. Los chicos de edades desde los 2 años hasta aproximadamente los siete años, todos fueron muy agradecidos con sus regalos. Especialmente una chica que recibió un peluche, lo abrazó como si fuera ya su más preciado tesoro…

Como en otras actividades logramos llevarles una meriendita y pintarles la carita con alegres diseños, jugamos juntos y fuimos pequeños por un día más!

Lo que más me conmovió ese día fue una niña de unos 4 añitos, machita, de unos ojos preciosos que siempre quiso estar junto a ¨la niña¨ cuando hacían juegos en ronda…y cómo me sorprendió cuando tomó mi mano y espontáneamente le estampó un enorme beso…ese fue el mejor agradecimiento que recibí!

También vimos mucha necesidad económica en esos centros, incluso hubo uno donde el comedor está ubicado en un pequeño salón, junto a los orinales de la cancha de fútbol… Aun así, con el hedor y todo, los niños de nuevo no se dan cuenta de ello y son felices. Esa es la lección más importante que aprendimos, más allá de todo, podemos ser felices con lo poco o mucho que tengamos! Es nuestra decisión!

También aprendí que puedo escoger no hacer nada o transformar mis energías y ayudar a muchas comunidades!

Tal vez no arreglemos el mundo, pero cómo lo disfrutamos!

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