Con mucha alegría e ilusiones llegaron los niños del Centro Educativo Esterillos Oeste a la fiesta que la Cruz Roja en conjunto con Rotaract y algunos miembros de Maersk Line organizó para ellos. Era un día muy soleado y caliente, lo que motivó la asistencia. Los más pequeñitos llegaron acompañados de sus madres y los más grandecitos llegaron pero con una curiosidad de ver que iba suceder. Marisela organizó la mayoría de los juegos, empezando por los chiquitines, los cuales no duraron mucho jugando porque ellos fueron los primeros en el turno de reventar la piñata. Colgada de un “play groud” esta la primera piñata que Claudia y un amigo de la Cruz Roja pacientemente ayudaron a llenar. El palo se juntó por allí y ahí y empezaron a darle mientras Carlos “Peluti” movía el mecate. Participaron desde la niña más pequeña hasta los chiquitos más grandes de kínder. Luego les llegó el turno a los de la escuela, primer ciclo y segundo ciclo con la tercera piñata. Nunca faltó el “yo voy después” y aquellos que se querían saltar la fila.
Ya en la entrega de regalos, liderada por los miembros de Maersk Line, se fueron llamando a los niños por nombre y uno a uno se fueron entregando los regalos hasta que las bolsas de jardín, repletas al inicio de la actividad, se fueron quedando vacías. Por último quedaron unos regalos de los niños que no pudieron asistir, los cuales se le dieron a la maestra encargada para su custodia.
Al final los miembros de la Cruz Roja terminaron agotados pero con una satisfacción que se les veía en el rostro. Igualmente los miembros de Maersk Line a los que les encantó la actividad. Esperamos que nos puedan volver a acompañar en otras actividades. Y ni qué decir de nosotros que a pesar del viaje y que nos esperaba un clásico de fútbol que no pudimos ver por los problemas mecánicos que sufrió el carro al regreso, igual quedamos con la satisfacción de la labor cumplida y el gusto de haber puesto una sonrisa en el rostro de esos niños.
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