Se tiene que estar loco para hacer eso sin un motivo de peso. Pero este domingo no fue así, nos levantamos muy temprano para ir a un lugar como a 1 hora de la cuidad. Luego de hacer una telaraña para describir a las 19 personas que estábamos, hicimos un puente para ver qué tanta comunicación teníamos, luego una cadena para ver que tan resistente era el grupo y luego un auto critica, creo que quedamos felices con los resultados.
A la hora de comer se vio la organización de la gente, la desorganización de algunos la manera de comer, se dice "que a como la gente come la gente es", ahí tuvimos un chef que se creía peón, las típicas amigas que lo comparten todo, los típicos hombres que la manera más típica de organización era una carne asada y no podía faltar los perrillos que le velaban a uno para que les soltara un pedacillo de comida que se nos pudiera escapar. Por otro lado estaba el grupo de los que hablaban de la vida y de sus anécdotas, y como no podía faltar una mejenguita después de almuerzo.
Así la tarde muriendo, así la gente recogiendo y montándose a sus transportes; alguien dijo por ahí "todos los días se aprende algo nuevo". La tradición de un líder, es lo que nos hace hoy lo que somos, más amigos que antes.
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